Minuto 90 del Atlético-Granada. Falcao marca el segundo tanto de los rojiblancos, el de la sentencia. El Tigre, que culminó el jugadón de Juanfran, se fue a celebrar el gol. Corrió, gritó, levantó los brazos y se llevó las manos a las orejas. Un modo, una forma, un gesto más, sólo eso, de expresar alegría, de festejar una diana de las muchas -ya van 21 entre Liga y Europa League- que ha anotado desde que llegó al Atlético el pasado verano.
Antes de que marcara, un sector de la grada del Vicente Calderón le había pitado, por lo que algunos vieron una respuesta a la afición en la forma de celebrar el gol de Falcao. Sin embargo, no hubo doble intención en el gesto del colombiano.
De hecho, no es la primera vez que reacciona así cuando marca un tanto. Ya lo hizo esta misma temporada en el encuentro ante el Racing, en el que, por cierto, estaba siendo aclamado por la hinchada del Calderón. No hay que olvidar que en aquel partido el colombiano logró su primer hat-trick con la rojiblanca. Además, con la selección de Colombia también celebra del mismo modo algunos de los goles que consigue.
Falcao, por otro lado, había pasado una semana con fiebre, aquejado de una infección de orina. No obstante, a pesar de su merma física, había disputado los noventa minutos contra el Besiktas en la eliminatoria de la Europa League, lo mismo que hizo el pasado domingo ante el Granada
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