lunes, 19 de marzo de 2012

A los rojiblancos les bastó el acierto de Roberto García y Kiril Lazarov para derrotar a Anaitasuna

BRINDÓ LA COPA DEL REY A SUS AFICIONADOS
El Atlético de Madrid prolongó la fiesta que inició hace una semana con la conquista de la Copa del Rey, tras imponerse por un contundente (37-23) al Helvetia Anaitasuna, en un encuentro en el que a los rojiblancos les bastó con el acierto del extremo Roberto García y el lateral macedonio Kiril Lazarov para lograr una nueva goleada ante su afición.
Empeñado en prolongar el homenaje que ofreció a los rojiblancos por su reciente triunfo en la Copa del Rey, el conjunto navarro convirtió con sus continúas pérdidas de balón el arranque de partido en un eterno pasillo para el campeón copero.
Un regaló que, curiosamente, el Atlético no aprovechó para sentenciar rápidamente el marcador, obstinado en estrellarse una y otra vez con el cancerbero argentino Matías Schulz, el único por el bando pamplonés que no pareció dispuesto a sumarse a la fiesta madrileña.
Lo mismo que el técnico del Anaitasuna, Aitor Etxaburu, que aburrido de ver como su equipo se chocaba ataque tras ataque con la defensa rojiblanca, no tardó ni ocho minutos en pedir un tiempo muerto con el que tratar de frenar la sangría.
Una decisión que no pudo ser más acertada, pues en apenas cinco minutos los navarros pasaron de encaminarse a una contundente derrota (6-2) a meterse de nuevo de lleno en el partido (8-7), gracias a los goles del pivote Mikel Redondo y del lateral Cristian García.
Pero ni la mejoría del equipo pamplonés, que dejó de rifar cada uno de sus ataques, bastó para inquietar al Atlético, al que le bastó la efectividad de Roberto García y Kiril Lazarov, que monopolizaron la ofensiva rojiblanca, para volver a escaparse en el marcador.
Los goles de los dos zurdos, que firmaron trece de los diecisiete tantos con los que cerraron los de Talant Dujshebaev la primera parte, permitieron a los locales recobrar al descanso la máxima renta (17-13) en el tanteador.
Una diferencia que ya no dejaría de crecer en la segunda mitad, en la que el Atlético de Madrid llegó a disponer de una ventaja de hasta diez goles (24-14), gracias al contundente parcial de 7-1 que los rojiblancos lograron en el arranque del segundo parcial.
Renta que no aplacó la voracidad de los rojiblancos, especialmente la de Roberto García, que acabó el duelo con nueve tantos, y Kiril Lazarov, que sumó una diana más que el internacional español, en una nueva exhibición de sus inagotables recursos.
Goles que permitieron al preparador rojiblanco dar entrada en los últimos minutos de juego al portero juvenil Antonio Díez, que volvió a dar muestras de su excelente futuro con alguna que otra parada de mérito, que permitieron al Atlético aumentar su ventaja hasta los catorce tantos que reflejó el 37-23 final.

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